Se trata de un restaurante de especialidad Italiana con mucho encanto.
El local tiene una pequeña sala con 6/7 mesas y un par de mesas en la acera de la calle.
La carta ofrece diariamente pocos, pero muy buenos, platos que cambian según mercado.
Destacable
El local tiene mucho encanto. Los dueños (Italianos) son muy amables. La comida es buena.
Excelente pasta. El tiramisú tiene fama, aunque en esta ocasión no pudimos probarlo.
Mejorable
Algunos comensales pueden encontrar la carta corta.
Hay que ir a disfrutar el momento, sin prisa.
El mobiliario aunque especial, puede no ser muy cómodo.
La cuenta
Tabla de entrantes para uno, pasta con salsa de setas, tortelloni rellenos de ricotta con salvia, cuatro copas de vino tinto, un agua y dos cortados. 52.60€ por dos comensales.
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